Por: Marilú Orantes
Yo nací y crecí en un hogar cristiano evangélico. Cuando era niña nunca supe con certeza lo que esto significaba. Sin embargo, la mayor parte del tiempo sentí una armonía en mi casa que era difícil de explicar y que ahora que soy adulta comprendo que Jesús vivió en mi casa.
Muchas personas que me están leyendo se pueden preguntar pero ¿Cómo?, ¿los niños pueden sentir a Jesús en sus casas?, ¿Un niño puede saber cuando en un hogar realmente habita Jesús? Y la respuesta es sí, los niños pueden sentir a Jesús en sus casas dependiendo de varios aspectos que los padres propicien para que esto sea así.
¡Ojo por favor! Que no me refiero a únicamente a que papá y mamá vayan todos los días o todos los domingos a una iglesia (aunque esto también es importante), si no a aspectos cotidianos que los niños observan todos los días en sus casas.
Papá y mamá (o bien cualquier persona que asuma estos roles) son la pieza fundamental para que los niños sientan a Jesús, conozcan de su amor y siendo ya adultos le puedan seguir y servir.
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3 Aspectos que me ayudaron a sentir a Jesús en mi hogar
Así que hoy yo voy a escribirles y a contarles sobre 3 aspectos fundamentales que a mí siendo niña me ayudaron a sentir a Jesús en mi casa.
1.- El Amor
En mi casa siempre se sentía el amor y no era porque no existieran problemas, enojos, malos días, malos momentos, NO, era porque a pesar de todo lo que podría pasar siempre sentíamos el amor y el apoyo de nuestros papás.
Es sumamente importante que los niños sientan el amor en sus casas. Recordemos que Jesús es amor e hizo el más grande sacrificio por nosotros por amor, entonces no hay mejor manera de sentirlo a Él y que Él viva en nuestras casas si no hay amor.
La Biblia dice en 1 Juan 4: 16 “Dios es amor. El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.” Los niños no pueden sentir a Jesús, cuando papá y mamá pelean todo el tiempo, cuando no hay comidas juntos, cuando nadie se habla en casa, cuando todo es trabajo, cuando no hay tiempo para pedir consejos, cuando todo es enojo, cuando no hay amor entre hermanos, cuando lo único que no quieren hacer es estar en casa.
El amor debe reinar en los hogares para que los niños sientan y conozcan a Jesús a través de sus padres.
Yo recuerdo que mi papá tenía largas giras de conciertos, a veces no lo mirábamos hasta por tres meses. Pero también recuerdo algunas veces que venía de giras y me acompañaba a la librería a comprar el material que necesitaba para hacer mis tareas.
También recuerdo a mi mamá cocinando cada tarde después que llegaba del colegio, recuerdo verla preparando el almuerzo.
En esas actitudes sentía a Jesús. Así que no dejemos que nuestros niños no sientan a Jesús por falta de amor, demostremos el amor en cada cosa que hagamos, incluso cuando es necesario corregirlos, en ese momento los niños pueden sentir que es por amor y por su bien que reciben algún tipo de corrección.
2.- Nunca Caras Falsas (Sí cuando es sí, y No cuando es no)
Yo nunca vi actuar a mis papás de diferente forma a lo que hacían en casa. Mi papá desde que nací fue un cantante y nunca dijo o hizo algo en el escenario que no haya visto en casa. Todo lo que decía en frente de la gente lo hacía en casa.
Eso fue muy importante para mí. Porque entonces crecí con la idea que ser evangélico, que tener a Jesús no me hace una persona perfecta, pero que Jesús utiliza esas cosas que a veces no están bien en mí para perfeccionar su obra.
Mis papás tampoco trataron de esconder lo que eran. Yo conozco los defectos de mis papás y ellos los míos, pero con todo eso el amor nos une y he visto los progresos, los desafíos, los problemas que cada uno ha tenido que superar y eso me hace darme cuenta de la obra de Jesús en sus vidas.
Convivir con personas auténticas, en defectos y virtudes, y estar rodeada de amor, hizo darme cuenta que Jesús vivía conmigo, porque Él se encarga de resolver esos problemas, que Él es el único que tiene el control en mi vida y en la de mi familia.
Por esa razón considero importante que papás y mamás se muestren ante sus hijos como lo que son, sin caras falsas, sin falsas pretensiones, y sobre todas las cosas que no digan y hagan fuera de casa lo que no hacen con sus hijos en ella.
3.- Siempre se Habla de Jesús
Nosotras tuvimos un papá súper estricto. Él, desde que mi hermana Azucena aprendió a leer y a escribir teníamos que hacer un devocional entre hermanas, leer la Biblia y orar, todas las noches, con total respeto.
Pero además de eso, mi papá siempre encontró la forma de que conociéramos a Jesús y la obra que Él había hecho.
En sus giras que hacía a Estados Unidos, las aprovechaba para comprarnos libros de historias bíblicas y vídeos de películas bíblicas. Yo sé que en este momento eso puede ser muy fácil por toda la tecnología que existe. Pero en ese tiempo además de difícil de conseguir, requería de una inversión significativa.
Además cualquier plática, a veces de la forma más insignificante, conocíamos más de Jesús en la vida de mis papás.
Me ha encantado mucho poder compartirles estos tres aspectos que a mi parecer son importante para que nuestros niños sientas que Jesús vive en sus casas.
Mi papá escribió un canto que habla precisamente de todos estos aspectos que debe tener un niño para sentir a Jesús. Por acá les dejaré el enlace para que lo puedan escuchar con sus niños:
spotify:album:6YoVFAuB7LL1ZK3dug4fev